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Foto del escritorGuillermo de Marcos

El Villa de Aranda deposita su confianza en Alberto Suárez

El preparador asturiano renueva con el equipo ribereño hasta 2022 y cumplirá su tercera temporada en Aranda de Duero. Pese a la mala situación clasificatoria del Villa de Aranda, el proyecto amarillo, sea en Asobal o en Plata, seguirá comandado por el experimentado técnico gijonés.

Víctor Megías, Eusebio Martín y Alberto Suárez posan con la bufanda del Villa de Aranda | Foto: Villa de Aranda


Hay Alberto Suárez en el Príncipe de Asturias para rato. Al menos, lo que resta de temporada y el próximo curso. Así lo ha confirmado el Villa de Aranda en una rueda de prensa en la mañana del miércoles, donde además de anunciar la continuidad de Suárez hasta 2022, también se ha comunicado la ampliación de contrato del capitán ribereño Víctor Megías hasta 2024.


Aunque la renovación del entrenador asturiano era la opción más probable para el club burgalés, no dejaba de cernirse la duda de si lo correcto era mantener como capitán del barco al máximo responsable de la situación clasificatoria del Villa de Aranda en Asobal. Penúltimo con solo ocho puntos tras 24 partidos disputados, a seis de los puestos de permanencia, y con la sensación de no competir con la misma capacidad que en la primera vuelta del curso.


Y es que pese a que la mayor parte de la masa social entiende la dificultad de la temporada, pandemia mediante, dificultades económicas, plantilla limitada para la categoría y la losa de doblar el número de descensos (de dos a cuatro), la sensación es que el equipo ha dejado escapar las opciones que podía tener de pelear por la permanencia hasta las últimas jornadas.


Alberto Suárez llegó con el objetivo de devolver al Villa de Aranda a la parte noble de la División de Honor Plata, y en su primer año logró el ascenso de categoría, superando incluso las expectativas a corto plazo del club. Fruto de ello la junta directiva ha decidido dar continuidad al proyecto, bien sea para pelear por el ascenso la próxima temporada en Plata o para cumplir un nuevo curso en Asobal.


Una renovación que además refuerza la confianza en el cuerpo técnico de cara a la recta final de la temporada. Pese a la dificultad patente de poder salvar la categoría, el Villa de Aranda corta de raíz los fantasmas de un posible cambio de entrenador a final de año, reforzando la creencia en el trabajo realizado por Suárez durante estos cerca de dos cursos.


Víctor Megías, hasta 2024


Junto a la renovación del entrenador, el Villa de Aranda ha anunciado la ampliación de contrato de su capitán y baluarte en el vestuario, el extremo izquierdo Víctor Megías. El canterano cumplirá su octava temporada en el primer equipo arandino en una campaña en la que se está mostrando capital en defensa y efectivo en ataque. El segunda línea suma 46 goles y es el tercer máximo anotador de la plantilla.

Víctor Megías lanza a portería en un partido ante el Recoletas Atlético Valladolid | Foto: Julio Calvo


Es la única continuidad segura en un equipo con muchas dudas que resolver. Hay jugadores que han rendido por encima de lo esperado, como es el caso de Matheus de Novais y Javi García, que destacan en la tabla de goleadores de la Liga Asobal. El club quiere contar con ellos el próximo curso, pero su buen hacer podría repercutir en ofertas de otros clubes más potentes de Asobal. Otro jugador al que poco se le puede achacar en el desempeño de sus prestaciones es Miguel Llorens, fundamental en la parcela defensiva.


La portería es un caso extraño. Pese a tener los números más bajos de la categoría (20%), tanto Luis de Vega como Ricardo Castro han demostrado un sacrificio encomiable y han sostenido al equipo en momentos muy complicados. También hay que tener en cuenta al meta canario Kilian Ramírez, sin opciones tras su lesión de rodilla y a la espera de ver si puede ser de la partida la próxima temporada.


Los extremos son uno de los grandes debes de la temporada. El juego de Villa de Aranda no luce demasiado en los exteriores. A excepción de Megías, ni Alejandro Pombo ni Brian Negrete han podido mostrar su mejor versión sobre la pista. Tampoco el internacional argentino Santi Baronetto, este principalmente por los problemas físicos que le han negado la continuidad durante la temporada. Al igual que el serbio Pavle Banduka, una de las revelaciones de la pretemporada y que vio truncadas sus opciones en otra lesión de larga duración.


La primera línea tampoco se libra de los altibajos. Ambos centrales han alternado luces y sombras, con un Nico López irregular durante la temporada, con destellos de enorme calidad y momentos de duda, y con Gonçalo Cunha, que pese a la mejoría con el paso de los partidos tampoco ha terminado de explotar. Algo parecido ha experimentado Julen Elustondo, al que se la ha visto desgastado con el paso de las jornadas y la carga de minutos. La llegada de Julián Souto le ha quitado protagonismo en favor del lateral argentino, de lo mejor de la plantilla en esta segunda vuelta. No obstante, el reparto de minutos en el lateral derecho ha beneficiado la dosificación del puesto en favor de los intereses del equipo. Ambos pueden complementarse bien la próxima temporada.


Zeljko Sukic y Guilherme Leonel han trasmitido demasiada irregularidad en ataque, aunque han dado un paso importante en defensa, y Juande Linares ha tenido más protagonismo de extremo improvisado que en la faceta de lanzador zurdo por la que se le fichó hace dos campañas. Como nota positiva los buenos minutos del joven extremo arandino Quique Calvo, que no ha desentonado pese a su corta edad (16 años) y el trabajo y compromiso del meta Adrián Hernando.


Multitud de dudas que tras la continuidad de Alberto Suárez debe empezar a despejar el club ribereño. Es hora de pensar en el desenlace de la competición, en apurar las opciones de alargar el sueño de Asobal, pero sin dejar de lado la planificación de un proyecto deportivo que apunta de nuevo a la División de Honor Plata.

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