El equipo navarro se reencontró con el triunfo en un trabajado encuentro ante el Villa de Arana. Los de Quique Domínguez comandaron el electrónico durante prácticamente los sesenta minutos de choque, aunque no fueron capaces de cerrarlo de manera definitiva y sufrieron hasta la última acción (23-24).
Imagen del encuentro entre Villa de Aranda y Anaitasuna | Foto: Pasión Balonmano
Ambas escuadras aterrizaban en el duelo intersemanal aplazado de la jornada 7 con la necesidad de volver a sumar. Los locales, ansiosos por conseguir un primer triunfo que se les niega desde el regreso a Asobal. Anaitasuna por su parte buscaba revertir la derrota por la mínima de la última jornada para empezar a mirar más arriba en la tabla.
Arrancó el duelo con los dos equipos muy agarrotados en el 40x20. Ricardo y Patrick en portería, ayudados por sus compañeros en defensa, negaban los primeros goles en el Príncipe de Asturias. Hubo que esperar para estrenar el marcador, lo hizo Ander Izquierdo cuando casi se cumplían los primeros cinco minutos del duelo (0-1). Aranda se mostraba muy nerviosa en ataque, perdiendo balones y sin lograr percutir ante la 6-0 con salidas a persuadir de los visitantes (3-6).
Un momento perfecto para que los de Quique Domínguez lograran despegarse en el marcador e impusieran su ritmo al encuentro. Pero tampoco estaba para tirar cohetes el club pamplonés, que se encomendaba en ataque a Chocarro desde el extremo y a Bazán en el pivote para seguir siempre con ventaja. Los arandinos, tras diversas variaciones de Alberto Suárez en busca de soluciones en ataque, lograron aproximarse y ponerse a solo un gol cuando el partido llegaba al intermedio (11-12).
El segundo tiempo sería un ejercicio de esfuerzo estéril de un Villa de Aranda incapaz de darle la vuelta en los momentos decisivos, pero firme en no dar su brazo a torcer. Los locales solo fueron capaces de empatar en una acción de la segunda mitad (13-13) y tuvieron que lidiar con un Anaitasuna al que no le temblaba el pulso en los instantes cruciales. El pivote volvió a ser una de las armas preferidas del club burgalés con un Javi García constante y efectivo (18-19).
Pero el gol del empate nunca llegaba y la desesperación se cernía sobre los integrantes arandinos. Momento que aprovechó la escuadra de Pamplona para coger una renta que sería inapelable de la mano de un inspirado Ander Torriko (20-24). Le quedaba la épica al Villa de Aranda, que en un alarde de fe logró ponerse a un gol, pero ya no quedaba tiempo ni opciones para sacar algo positivo (23-24). Anaitasuna selló un triunfo muy importante para alzar su casillero de puntos hasta los seis y salir de la zona peligrosa. El Villa de Aranda deberá seguir luchando por encontrar su primera victoria de la temporada.
Ficha técnica:
Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda (23): Pinto ;Guilherme (1), Negrete (1), Nicolás López (2, 2p.), Sukic (1), Juande Linares, Megías (2), Llorens, Montiel, Javier García (6), Cunha, Matheus (6, 1p), Elustondo (1), Banduka (1), Pombo, Castro. Entrenador: Alberto Suárez.
Helvetia Anaitasuna (24) : Bols; Gastón, Bazán (3), Eduardo Fernández (3), Ganuza (1), Etxeberria (1), Meoki, Torrico (5, 3p) Héctor González, Aitor García (1), Andueza, Chocarro (6), Fischer, Redondo, Izquierdo (4, 2p), Ruslan, Domingo, Del Arco. Entrenador: Quique Domínguez.
Parciales cada cinco minutos: 0-1, 3-3, 3-6, 6-8, 7-9, 11-12 (descanso); 13-14, 15-16, 16-19, 19-21, 20-22, 23-24 (final).
Árbitros: Álvarez Menéndez y Friera Cavada. Excluyeron dos minutos a Elustondo y Alejandro Pombo del Villa de Aranda, y a Eduardo Fernández, Carlos Chocarro, Guillermo Fischer y Héctor González, de Anaitasuna.
Incidencias: Partido aplazado de la séptima jornada de la Liga Sacyr Asobal. Pabellón Príncipe de Asturias de Aranda de Duero ante unos 400 espectadores.
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